En las dos últimas décadas se han modificado sustancialmente las formas de aprendizaje y, de un modo quizá sorprendentemente rápido, se está asimilando en la docencia de los centros de enseñanzas medias, la incorporación de las denominadas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), aplicadas en gran medida a la dinámica cotidiana en el aula. La utilización de muchas de estas tecnologías y pautas de trabajo se ha incorporado al sistema educativo desde los niveles iniciales de la Educación Infantil y Primaria hasta las etapas de la Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato.
Sin embargo, la innovación en este campo y la mejora de los procesos de extensión de dichas tecnologías a los distintos ámbitos del aprendizaje avanza muy deprisa y, en ocasiones, resulta complejo para el docente mantener un adecuado nivel de actualización. Son infinitos los recursos, medios y herramientas que existen y prácticamente cada día aparecen nuevas utilidades que demuestran multitud de aplicaciones para su uso en la enseñanza.
En este contexto, buena parte del profesorado puede encontrar algunas dificultades para el conocimiento de este amplio espectro de herramientas y recursos y, sobre todo, se está apreciando en los últimos años una complejidad creciente para discriminar las aplicaciones más útiles a cada rama de conocimiento, dentro del amplísimo abanico de posibilidades que se encuentran a disposición del docente.
Sin duda, la red (Internet), es el contenedor más relevante de todos ellos y conforma, de alguna manera, el gran “cajón de sastre” al que acudir para “modernizar” la capacidad de transmisión del profesorado y la mejora de las formas de enseñanza. Pero la red es infinita y resulta a menudo complejo ser capaz de concretar nuestros objetivos y poder rentabilizar en resultados reales los esfuerzos necesarios para conseguirlos.
Esta aplicación didáctica pretende ayudar a resolver algunos de estos dilemas, facilitando al profesor de ESO y Bachillerato el conocimiento de los tipos de recursos existentes en la red para la enseñanza de Ciencias Sociales. Para ello, este trabajo clasifica y ordena los recursos más convenientes a las ramas de conocimiento de Geografía, Historia e Historia del Arte y los compila en tres grandes apartados: por un lado, la “Biblioteca”, en el que se muestran los principales elementos para buscar y utilizar contenidos disponibles en la red, como gran almacén de contenidos a disposición de la enseñanza; en segundo lugar, la “Factoría”, aquel espacio imaginario de la red conformado por todos aquellos recursos a los que podemos acudir para crear y producir, a su vez, nuevos recursos, utilidades, documentos e incluso, nuevas herramientas, que sean de utilidad docente; y, finalmente, la “Comunicación”, en referencia a los elementos que nos permiten difundir y publicar los materiales que hemos creado, al objeto de que el resto de la comunidad docente pueda también utilizarlos.
Desde este punto de vista, el uso de las referencias ya creadas, la producción de nuevos recursos y la puesta en común de los mismos cierra un circulo que se autoalimenta, haciendo crecer la comunidad virtual de este tipo de útiles para la docencia. Los materiales propios que creamos y compartimos se convierten en referencias existentes que otros docentes pueden buscar y utilizar. Es esta la esencia del aprendizaje compartido y de la comunidad 2.0 que está dando tan buenos resultados desde el punto de vista didáctico en estos últimos años.
No obstante lo anterior, es interesante no perder de vista el hecho de que este trabajo no es un inventario de recursos, ni pretende ser exhaustivo en la cita o referencia de todos los que existen para la enseñanza en Ciencias Sociales. Ni siquiera es una guía de algunos de ellos en la que se muestre exhaustivamente cómo funcionan o cómo se utilizan. No es este nuestro objetivo y, por otro lado, resultaría prácticamente imposible cumplir tal pretensión en el universo infinito y vivo de la red. Esta propuesta pretende más bien abrir caminos, iniciar sendas de aprendizaje que sirvan, a su vez, para la enseñanza y, en fin, mostrar tipos de recursos y pautas de trabajo que el docente pueda incorporar efectivamente a su práctica cotidiana. Cada actividad es múltiple y, en muchos casos, multidisciplinar; esto es, cada contenido enlaza con otros muchos y abre, a su vez, diferentes vías de mejora docente; y, por otro lado, muchos de los recursos sirven para diferentes fines y se pueden utilizar con diferentes enfoques.
De ahí que la intención básica de esta aplicación sea la de facilitar la comprensión de los tipos de recursos que existen y clasificarlos según las actividades que nos permiten realizar para prestar un recurso útil a los profesionales de la educación que deseen incorporar las TIC en su práctica docente. Dicho de un modo sencillo, el objetivo principal que se persigue es el de facilitar a cada docente que utilice este trabajo la capacidad de descubrir nuevas aplicaciones que desconocía, comenzar a utilizarlas y ser capaz de, en mayor o menor grado, según sus necesidades, implicaciones y condicionantes, poder mejorar su experiencia como profesor en la aspiración permanente de la renovación y el aprendizaje continuo basado en estos medios innovadores.